MUNDIALIZACION DE LA ECONOMIA

1 – La mundialización de la economía no es una simple evolución, sino una verdadera revolución.


2 – Esta revolución, que abre las puertas del siglo XXI, anula y revierte las dos precedentes, las revoluciones de los siglos XIX y XX.

3 – Une los mayores progresos a los riesgos políticos y sociales más temibles.

4 - ¿Cómo consolidar la mundialización a través de la solidaridad y la justicia social?. Este es el gran interrogante que los próximos plazos plantean a todas las organizaciones internacionales.



La mundialización no es una simple evolución sino una verdadera revolución.



Desde hace mucho tiempo, los mercados de los productos básicos, como por ejemplo, el petróleo son mercados mundiales. La expansión mundial de grandes marcas como Coca.Cola, Canon, etc, tenían una importancia limitada, su producían subditamente tres grandes cambios.

Primero, los mercados sin fronteras se multiplicaban de un punto a otro del planeta, más aun cuanto mayor sea la inmaterialidad de los flujos.

Los efectos de esta mutación tecnológica fueron multiplicandose por la lieración de los movimientos de capitales, que llegó a ser casi general desde 1990 en Europa Occidental y se desarrolla, sobre todo en Asia y América Latina.

Segundo, de esta “normalización” surge una nueva geografía del crecimiento. Hace ya medio siglo se inventó la expresión “países subdesarrollados”. El mundo se dividía en dos partes, el Norte, hemisferio del crecimiento económico, y el Sur, hemisferio del estancamiento económico. Cuando se hizo más notorio, las instituciones internacionales , por cortesía, comenzaron a denominarlos como “países en desarrollo” (PED).

Esto nos conduce al tercer gran cambio que hace de la mundialización una verdadera revolución. Desde hace algunos años surge una nueva geografía mundial del crecimiento, mundo en que el estancamiento y la recesión llegaron al Norte, con tasas de crecimiento que promediaban del 5 al 6 % se transformaron en los motores de la economía mundial.

No es más una simple evolución, es una vedadera revolución.



Esta revolución, que abre las puertas del siglo XXI, anula y revierte las dos precedentes: la Revolución Industrial del siglo XIX y la Revolución Comunista del siglo XX.



La Revolución Industrial del siglo XIX, la del maquinismo, había impuesto el dominio del Occidente y de su civilización, A los occidentales les parecía normal mantener con el resto del mundo lo que los marxistas daban en llamar estructuras del “intercambio desigual”. Se les compraban a los países de Africa, Asia y de américa Latina las materias primas y productos base y se les vendían los productos manufacturados, con frecuencia en un marco de relaciones “privilegiadas” por tal o cual “pacto colonial”. Es así como la industria occidental destruyó muchas actividades de la industria alimentaria y artesanal y , consecuentemente aniquiló innumerables puestos de trabajo en el tercer mundo. Las máquinas estaban en el Norte y los mercados privilegiasdos para abastecerlos y vender en el sur.



La Revolución Industrial queda abolida por la mundialización de la economía. Más aún, deroga al comunismo y la reemplaza.

Desde un punto de vista económico, el comunismo real se caracteriza por la supresión, por la interdicción de la libre empresa y por ende de la economía de mercado, con el pretexto de poner fin a la explotación capitalista del hombre por el hombre. El medio era un Estado todopoderoso, administrador único de la economía.

¡Qué vemos hoy? La mundialización de la economía (el reino universal de los mercados), nbo solo sumerge las ruinas de la revolución comunista, sino que impilsa irreversiblemente al colapso del estado y de todos los poderes económicos y financieros de los estados.

Ejemplo: el impuesto, desde hace tiempo es el poder inherente del estado.

Hoy ningun estado considera que el impuesto sea una decisión soberana y sobre todo de los mercados de capitales. Todos los estados competirán para atraer a sus países los capitales y los talentos más prodigiosos – los más alérgicos al impuesto -.

Y así pasamos de un extremo al otro: la revolución comunista del siglo XX era el reino “del todo Estado”. La mundialización de la economía es la revolución hacia el no-Estado.

La mundialización se acelera impulsada por el progreso científico, tecnológico

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