ELEMENTOS ESENCIALES Y FINES DEL ESTADO

TERRITORIO
EL TERRITORIO, ELEMENTO FÍSICO DEL ESTADO
Existen agrupaciones humanas en las que el territorio no es de importancia primordial; por ejemplo: la Iglesia, las organizaciones internacionales, etcétera. Pero tratándose del Estado, el territorio es un elemento de primer orden, colocado al lado del elemento humano en cuanto a que su presencia es imprescindible para que surja y se conserve el Estado.
Los hombres llamados a componer el Estado, deben estar permanentemente establecidos en su suelo, suelo que se llama patria; que deriva de dos vocablos latinos: terra patrum (tierra de los padres).


La formación estatal misma supone un territorio. Sin la existencia del territorio no podría haber Estado.
Desde este momento hacemos la aclaración de que no por afirmar lo anterior queremos decir que el territorio forma parte de la esencia del Estado. Simplemente afirmamos que es un elemento necesario para su vida. Este hecho se expresa por Jellinek diciendo que el Estado es una corporación territorial.


Hay autores que niegan lo anterior, que el territorio sea un elemento indispensable para el Estado. Tratan de desmaterializar totalmente al Estado con la mira de asegurar en cualquier hipótesis la preponderancia del elemento humano sobre el territorio.


Pero es absurdo desmaterializar instituciones que de hecho postulan un elemento material.
El hombre, compuesto también de materia (y espíritu), depende en su personalidad física del espacio, del suelo.
Por otra parte, no puede hacerse parangón del Estado con la Iglesia, en este aspecto territorial, porque la misión y fines de la Iglesia, puramente espirituales, son diferentes de la misión y fines del Estado, en los que se involucran fundamentalmente intereses materiales. La tierra, interés material, tiene en la comunidad política una categoría y una función primordiales.


La extensión del territorio del Estado no tiene trascendencia decisiva, en lo que se refiere a los principios de la doctrina política. Lo importante es que exista ese territorio; la mayor o menor extensión territorial y la abundancia o escasez de bienes materiales en el Estado, determinarán su mayor o menor extensión, e incluso tendrá repercusión en lo que se refiere, según veremos oportunamente, a las formas de Estado; en su mayor o menor riqueza y poderío, pero no son esenciales a la existencia del Estado en determinada cantidad. Siempre han existido Estados ricos y pobres, grandes y pequeños, pero Estados al fin y al cabo.


El Estado es una agrupación política, no una expresión geográfica o económica.
El territorio comprende además de la superficie terrestre, el subsuelo, la atmósfera y el mar territorial, comprendiendo en el mismo la plataforma continental.


FUNCIONES DEL TERRITORIO
El territorio tiene dos funciones: una negativa y otra positiva.
Tiene una función negativa en cuanto circunscribe, en virtud de las fronteras, los límites de la actividad estatal y pone un dique a la actividad de los Estados extranjeros dentro del territorio nacional. Estos límites se encuentran. establecidos por el Derecho Internacional.
El Estado fija sus límites por una autonomía sujeta naturalmente a las contingencias históricas y a la convivencia con los otros Estados.


Pero la función del territorio no se circunscribe a estos límites. A esta función negativa se añade una función positiva, que consiste en constituir el asiento físico de su población, la fuente fundamental de los recursos naturales que la misma necesita y el espacio geográfico donde tiene vigor el orden jurídico que emana de la soberanía del Estado.


El Estado, para realizar su misión y sus fines, tiene necesidad de un territorio, es decir, de una porción determinada del suelo que le proporcione los medios necesarios para satisfacer las necesidades materiales de su población. Esta obligación que tiene el Estado de proporcionar los medios necesarios a su población es una de sus obligaciones específicas.


El Estado, dentro de su territorio, está capacitado para vigilar a los habitantes que se encuentren dentro del mismo. El dominio de un espacio determinado le permite controlar a la población, le permite considerar a esa población como población del mismo Estado.


Por otra parte, en el aspecto internacional, goza de la exclusividad con que posee su territorio y en caso de invasión puede defenderlo de acuerdo con sus posibilidades militares.
El Estado que pierde su territorio desaparece, pues ya no tiene espacio donde hacer valer su poder, donde desarrollar su misión. Del territorio depende también su independencia frente al extranjero.
Por tanto, concluimos que el Estado tiene un derecho sobre su territorio.


LA POBLACIÓN
Los hombres que pertenecen a un Estado componen la población de éste. La población desempeña, desde el punto de vista jurídico, un papel doble. Puede, en efecto, ser considerada como objeto o como sujeto de la actividad estatal. La doctrina que ahora exponemos tiene su antecedente en la distinción, esbozada por Rousseau, entre súbdito y ciudadanos. En cuanto súbditos, los hombres que integran la. población hállanse sometidos a la autoridad política y, por tanto, forman el objeto del ejercicio del poder; en cuanto ciudadanos, participan en la formación de la voluntad general y son, por ende, sujetos de la actividad del Estado. Es, pues, completamente falsa la tesis que concibe a éste dividido en dos personas distintas, no ligadas por vínculo jurídico alguno: el soberano, por una parte, y el pueblo, por la otra.


En cuanto objeto del imperium, la población revelase como un conjunto de elementos subordinados a la actividad del Estado; en cuanto sujetos, los individuos que la forman aparecen como miembros de la comunidad política, en un plano de coordinación.


La calidad de miembros de la comunidad jurídicamente organizada supone necesariamente, en quienes la poseen, el carácter de personas y, por ende, la existencia, en favor de los mismos, de una esfera de derechos subjetivos públicos.
El conjunto de derechos que el individuo puede hacer valer frente al Estado constituye lo que en la terminología jurídica recibe la denominación de status personal. Las facultades que lo integran son de tres clases, a saber:
Derechos de libertad.
Derechos que se traducen en la facultad de pedir la intervención del Estado en favor de intereses individuales.
Derechos políticos.

EL PODER
Toda sociedad organizada ha menester de una voluntad que la dirija. Esta voluntad constituye el poder del grupo.
Tal poder es unas veces de tipo coactivo; otras, carece de este carácter. El poder simple, o no coactivo, tiene capacidad para dictar determinadas prescripciones a los miembros del grupo, pero no está en condiciones de asegurar el cumplimiento de aquéllas por sí mismo, es decir, con medios propios. Cuando una organización carece de poder coactivo, los individuos que la forman tienen libertad para abandonarla en cualquier momento. Ello aparece con toda claridad incluso en las organizaciones no estatales más poderosas del mundo, como la Iglesia Católica. Esta última no puede, por sí misma, constreñir a sus fieles o a sus sacerdotes a que permanezcan en su seno, a no ser que el Estado le preste su apoyo.


Si una organización ejerce un poder simple, los medios de que dispone para sancionar sus mandatos no son de tipo coactivo, sino meramente disciplinarios. El poder de dominación es, en cambio, irresistible. Los mandatos que expide tienen una pretensión de validez absoluta, y pueden ser impuestos en forma violenta, contra la voluntad del obligado.


Cuando una agrupación no estatal ejerce un poder de dominación, éste tiene su fuente en la voluntad del Estado. Ello equivale a sostener que no se trata de un poder propio, sino derivado. Dicho principio, universalmente admitido en nuestros días, no posee, sin embargo, valor absoluto. En las épocas en que el poder político no se había consolidado, habría sido imposible postularlo. Durante la Edad Media, por ejemplo, hubo agrupaciones no estatales que gozaban, en mayor o menor medida, de un poder de dominación independiente. Éste fue el caso de la Iglesia Católica, que a menudo hizo valer su autoridad aun en contra del Estado. Lo mismo ocurrió con numerosos señores feudales, cuyo poder no era siempre el producto de una delegación de origen estatal

FINES DEL ESTADO

EL BIEN PÚBLICO TEMPORAL:
1. Orden y paz
2. Coordinación
3. Necesidad de ayuda.

· BIEN COMÚN, fin de toda sociedad.
· BIEN PÚBLICO, fin específico de la sociedad estatal.

LA AUTORIDAD O PODER PUBLICO

Es el representante del Estado facultado para crea y aplicar el ordenamiento jurídico. Es el representante del Estado facultado para realizar las funciones que el mismo Estado persiga y buscar las finalidades del mismo.

CARACTERÍSTICAS

1. COACCIÓN. Tiene poder coactivo para imponer sus mandatos.

2. FUNDAMENTADO. El poder está siempre fundamentado en el ordenamiento jurídico.

3. UNILATERALIDAD. El poder del gobierno no depende de la voluntad de los particulares para que sea válido.

El gobierno no es más que el representante del Estado, encargado de realizar y
cumplir las finalidades de esa organización política.

POSICIONES DOCTRINALES EN RELACION CON EL FIN DEL ESTADO

1. RELIGIOSO. El Estado existe para acatar la voluntad divina, para seguir los designios de DIOS (San Agustín). El Estado existe para cumplir la voluntad divina.

2. NATURALISTA. Al final de cuentas en la naturaleza siempre hay seres más fuertes y seres más débiles. Para que el más fuerte domine y el menos fuerte obedezca. El Estado existe para respetar ese orden de la naturaleza. Aristóteles nos decía que unos nacieron para mandar y otros para obedecer.

3. CONTRACTUALISTA. El Estado existe porque es el medio para que exista paz y seguridad (Hobbes), para respetar los derechos de libertad, propiedad y vida (Locke) y para garantizar la igualdad y buscar el bien común (Rousseau)

4. ÉTICAS. El Estado existe para hacer hombres virtuosos y felices. Esa es la razón de ser, (Platón, Aristóteles)
Estas son las principales justificaciones desde el punto de vista positivo del Estado.

NORBERTO BOBBIO hace una clasificación de autores y tesis que manifiestan el aspecto negativo del Estado.

a) El Estado es un mal necesario. No nos queda otra, es necesario en ese aspecto.

b) El hombre es malo tiene que haber alguien que obligue al hombre a ser bueno y ese alguien es el Estado.

Para LUTERO el hombre es malo. ¿Cuál es el medio para que el hombre sea bueno y llegue a Dios? El Estado, es el medio para obligar al hombre a actuar de acuerdo con la voluntad divina.

Esta tesis tiene un origen religioso. San Agustín, Lutero, San Isidoro de Sevilla, son los más representativos.

c) Teoría del Estado mínimo. Entre más pequeño sea el Estado mejor. Entre más pequeño sea el Estado cumple su única función que es garantizar el Orden Interno, la paz exterior y la prestación de servicios públicos. Fuera de esos tres rubros el Estado no debe intervenir.

El autor más representativo de está corriente es Adam Smith y toda su teoría liberal. El Estado no debe participar en la vida de los individuos, estos son libres y si
dentro de esa libertad hay injusticia no es problema del Estado. Hay que dejar todo al libre mercado. Es necesario que exista el Estado pero es un mal necesario. Junto a las Tesis que sostienen al Estado como un mal necesario hay otras que dicen que el Estado no debería existir.

1. MARXISTA. El Estado debe desaparecer porque simplemente es un instrumento de opresión de una clase sobre otra. El Estado es malo, porque oprime al hombre y el hombre debe de ser libre, pero no puede haber libertad si un hombre está explotando a los demás hombres. Para ellos no hay una finalidad positiva del Estado.

2. RELIGIOSA. En los 60’s los hippies sostenían que el hombre no necesita de ninguna autoridad Estatal, vasta con que toda persona cumpla con la voluntad divina para que todo vaya caminando bien.

3. ST. SIMON. Granjas y Comunas colectivas. Él partía del supuesto de la bondad del hombre para que queremos guerreros y juristas si los hombres hacen lo que tienen que hacer. El problema es que el hombre abusa, no es bueno en sí y no hace lo que tiene que hacer.

4. ANARQUISTAS. No solo están contra el Estado sino en contra de cualquier tipo de autoridad. Toda autoridad debe desaparecer el hombre es libre y no necesita que lo guíen.
Toda autoridad va oprimiendo el ser del hombre. El Estado debe desaparecer junto con todas las autoridades ya sean religiosas, políticas, etc.

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