EL JEFE DE RECURSOS HUMANOS Y EL CONOCIMIENTO DE LOS COLABORADORES.
Todo jefe sabe que mandar es una tarea difícil, en muchos casos depende de la presencia de dotes desigualmente distribuidas, es decir, que no todas las personas la poseen, además existe un conjunto de leyes psicológicas como el amor, odio, indiferencia, etc. Que forman la base de las relaciones entre jefes y subalternos. Sin embrago el jefe debe de conocer a sus colaboradores, a fin de saber aplicar sus métodos de dirección, puede conocerlo a través de:
a. Los temperamentos.- que viene a ser el resultado del predominio fisiológico en este sentido los colaboradores pueden ser:
± Tipo Activo.- Firme y sólido en sus acciones, es realista y amistoso.
± Tipo Egocentrista.- Es egoísta, se preocupa de si mismo, combinado con el anterior puede ser económico, prudente y ambicioso.
± Tipo Soñador.- Es imaginativo y a veces creador, no gusta del trabajo monótono.
± Tipo Lunático.- A veces es activo y alegre. Otras veces luce tímido. Hay que conocer su situación anímica para tratarlo.
± Tipo Sistemático.- Es un tanto maniático. Gusta de la regularidad. Se adapta los trabajos monótonos.
± Tipo Susceptible.- Piensa que nadie lo quiere. Suele pasarse lamentándose. Es poco sociable y difícil de manejar.
b. Los Gustos.- Es la expresión de la propia voluntad de la persona, permite descubrir las tendencias profundas de la personalidad, suele reflejarse en el placer de realizar o conocer algo, debe tenerse en cuenta al asignar los cargos.
c. Las Necesidades.- Es el efecto de la carencia de algo que se necesita cubrir, está acompañada de un estado de inquietud o tensión que da lugar a que el comportamiento humano sea dirigido hacia una meta que satisfaga la necesidad y de esta forma se reduzca o desaparezca la tensión o inquietud.
Las necesidades determinan la actitud de la persona frente al trabajo, a su vez el colaborador espera del trabajo a través de la empresa lo siguiente:
· Buena remuneración
· Estabilidad en el empleo
· Jefe justo
· Ascensos
· Compañeros amistosos y agradables
· Buenas condiciones para laborar
· Reconocimiento a su labor
La suma de estas cualidades forman las actitudes del colaborador, si las actitudes son negativas, tendremos los siguientes tipos de colaboradores muy difíciles de dirigir:
± Agresivo, a veces puede ser sólo verbal, a veces es calumniador y suele emitir críticas contra todo y contra todos los actos de los compañeros de trabajo, suele ver malas intenciones
± Testarudo, no entiende razones, solo las suyas, es terco y porfiado
± Huidizo, suele abatirse ante las dificultades, se sustrae a sus obligaciones.
± Resignado, ante cualquier dificultad suele descorazonarse
No debemos de olvidarnos finalmente del factor personalidad en toda relación humana y laboral. La personalidad congrega una serie de factores individuales que a su vez configuran una forma peculiar o particular de ser. Es aquella que nos da un tinte especial ante los demás, es aquella que nos da singularidad dentro de nuestra propia familia y grupo social.
Todas las personas tenemos formas distintas de ser, por eso nos diferenciamos; algunos son “tranquilos” o “introvertidos”, otros son “inquietos” o “extrovertidos”, por otro lado, son “buena gente” o seguros de sí mismos y otros “coléricos”, “mandones”, “cachacientos”, “sobrados”, “autosuficientes” que nos confirman que son personas con falta de seguridad.
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