SISTEMA Y MERCADOS FINANCIEROS
La existencia de mercados permite a ahorradores e inversores intercambiar directamente activos financieros. Los mercados contribuyen además a incentivar el uso de los activos financieros. Por un lado fomentan la adquisición de activos por agentes que no estarían dispuestos a hacerlo si tuviesen forzosamente que mantenerlos en su poder hasta su vencimiento. Por otro lado reducen los costes de intercambio de activos, al ser más fácil encontrar eventuales compradores o vendedores.
Sin embargo, no siempre se dan acuerdos entre ahorradores e inversores, ya que los deseos son diferentes entre ellos. Es preciso, entonces, disponer de un procedimiento alternativo a esa relación directa que asegure la continuidad de la inversión: en esto consiste la labor que realizan los intermediarios financieros, que adquieren los títulos emitidos por los demandantes de fondos y los transforman en títulos por ellos emitidos (compran activos como inversiones y crean activos nuevos que colocan entre el público para captar fondos con los que financiar aquellas inversiones). Los intermediarios financieros posibilitan una cierta transformación de plazos, evitando que ahorradores y compradores tengan que ponerse de acuerdo sobre el plazo de préstamo de los fondos.
Clasificaciones de los mercados e intermediarios financieros
Primera clasificación:
• Mercados primarios: se negocian nuevos activos.
• Mercados secundarios: se intercambian activos ya existentes
Segunda clasificación:
• Mercado monetario: se intercambian activos cuyo vencimiento es a corto plazo. Tienen una elevada liquidez y reducido riesgo de impago. Constituye un punto de referencia para la formación de los tipos de interés en el resto de mercados.
• Mercado de capitales: se negocian activos financieros cuyo vencimiento es a medio y largo plazo. Podemos distinguir:
- Renta fija: deuda pública y obligaciones emitidas por las empresas no financieras
- Renta variable: se intercambian las acciones de las empresas.
Tercera clasificación:
• Intermediarios financieros bancarios: pueden emitir pasivos que son considerados dinero. Son los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito.
• Intermediarios financieros no bancarios: son las sociedades de crédito hipotecario, las entidades de financiación, las sociedades mediadoras en el mercado de dinero, las instituciones de inversión colectiva y las compañías de seguros.
• Mediadores: se limitan a comprar y vender activos financieros por cuenta propia.
10.2 El sistema bancario
Estructura institucional y composición
Banco de
España Bancos
Entidades Cajas de ahorro
Sistema bancarias Cooperativas de crédito
crediticio
Sociedades de crédito hipotecario
Entidades Establecimientos Sociedades de arrendamiento financiero
de crédito financieros de Entidades de financiación
crédito Entidades de factoring
Sociedades mediadoras del mercado de
dinero
Instituto de Crédito Oficial
Instituciones de inversión colectiva
Sociedades y agencias de valores
Otras instituciones financieras Empresas de seguros y fondos de pensiones
Sociedades y fondos de capital-riesgo
Sociedades de garantía recíproca
Regulación y competencia
A finales de la década de los 60 el sistema bancario español se encontraba sometido a una intensa regulación por parte de la Administración.
A partir de mediados de los 70 se inició un proceso de liberalización y desregulación. Este proceso fue lento, y entre las medidas tomadas cabe destacar:
• Liberalización de la creación de sucursales
• Disminución gradual de los coeficientes de inversión obligatoria
• Liberalización de los tipos de interés
• Homogeneización de las entidades
• Autorización parcial de la banca extranjera
Esta reforma culminó a finales de los 80 y se crearon las condiciones precisas para generar una mayor competencia entre las entidades bancarias españolas. A partir de los 80 también influyó positivamente el hecho de que se inició un proceso de desintermediación. La consecuencia de esta mayor competencia fue la convergencia de los precios de los servicios bancarios en la Unión Europea.
Además también hay que decir que las entidades nacionales siguen ostentando un papel predominante en su país de origen.
Eficiencia y rentabilidad
Las entidades financieras españolas han adoptado en los últimos años varias estrategias para hacer frente a la competencia:
Fusiones: el resultado ha sido un aumento considerable del grado de concentración del sistema bancario, que ha sido justificado por:
La necesidad de alcanzar economías de escala para ser más eficientes
Lograr una dimensión adecuada a las necesidades competitivas derivadas de la realización del Mercado Único Europeo
Interés por ganar cuota de mercado: los gestores bancarios consideraban prioritaria la reducción de los costes de explotación y los responsables de las cajas de ahorro daban mayor importancia al crecimiento de su balance, estando dispuestas a incurrir en mayores costes. De esta manera las cajas de ahorro ganaron cuota de mercado.
Participar de un modo activo en la distribución y la colocación de productos desintermediados: las entidades bancarias se convirtieron en los principales distribuidores de las emisiones de deuda pública y optaron por potenciar los productos desintermediados. A partir de 1990 la intensificación de los niveles de competencia entre las propias entidades bancarias condujeron a una caída tanto en los márgenes de intermediación como en los niveles de beneficio.
10.3 Mercados monetarios y de capitales
Los mercados monetarios españoles han experimentado en los últimos años un intenso proceso de crecimiento, en cambio, el alto grado de desarrollo alcanzado por los mercados monetarios no ha sido todavía alcanzado por los mercados de capitales, en particular en lo que respecta al segmento primario.
Desde finales de los 80 ha tenido lugar un proceso de reforma del mercado bursátil español, siendo la Ley del Mercado de Valores, aprobada en 1988, el texto básico en este sentido
El mercado de renta fija se limita con carácter casi exclusivo a los títulos emitidos por el sector público. La modificación a finales de los 90 del trato fiscal en la inversión de deuda pública y el auge de los fondos de inversión han contribuido a hacer más atractivo el mercado de la deuda pública a largo plazo.
El mercado de la renta variable tiene dos signos característicos:
Reducido número de empresas cotizadas
Distribución de la propiedad de las acciones poco favorecedora de su transmisión.
Cabe señalar también el creciente peso que ha adquirido la inversión extranjera, que es el verdadero motor de los mercados bursátiles a partir de 1985.
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