ADMINISTRACION FINANCIERA INTERNACIONAL

Las necesidades de crecimiento de la empresa las han llevado, desde siempre, a entrar al comercio internacional, es decir, al comercio entre las entidades políticas y sociales diferentes llamadas naciones. En épocas pasadas esta necesidad surgía casi siempre por el crecimiento de la empresa. La eficiencia de los sistemas de producción y las economías de escala hacían que las empresas voltearan hacia fuera de sus mercados naturales con el fin de seguir creciendo como por ejemplo la Coca Cola. Otras empresas crecieron a través del desarrollo de un producto único y exclusivo cuya demanda existía en forma global y que, por lo tanto, requería una respuesta global aquí podriamos mencionar a Kodak o a Ford en los años 1920 y 1930's. Otras, finalmente, entraron a los negocios internacionales porque iniciaron como negocios internacionales, ejem. la industria petrolera.

Por la causa que sea, hasta los años 1950 el crecimiento internacional de las empresas provenía esencialmente de adentro, de sus características propias. El desarrollo tecnológico ha hecho que las empresas deban desarrollarse internacionalmente por causas externas. El mejoramiento tecnológico de las comunicaciones y la facilidad de circulación de capitales y mercancías a través del mundo gracias a los nuevos medios de comunicación han hecho que aún las empresas más pequeñas se vean en la necesidad de desarrollar actividades internacionales.

Pero la extensión de las actividades de una empresa al ámbito internacional no es fácil. Veíamos, al hablar de los factores sociales, como cada sociedad humana ha desarrollado su forma particular de ver el mundo y las relaciones humanas; veíamos también como los gobierno reflejan ese punto de vista en la legislación aplicable dentro de sus territorios. Cuando una empresa ha nacido y crecido en un ambiente social determinado está acostumbrada a ese ambiente, todos sus integrantes comparten los supuestos de ese ambiente, y el trabajo se desarrolla de forma fluida. Cuando una empresa sale al ámbito internacional debe aprender a desempeñarse en ambientes diferentes, con supuestos diferentes y diferente manera de hacer las cosas. Ese cambio es difícil para todos y, en ocasiones, imposible para algunos, y conlleva una serie de riesgos adicionales para el administrador, riesgos que deben prever si desea ser exitoso.

Los riesgos en que incurre una compañía que sale al exterior pueden dividirse en riesgos políticos y riesgos económicos. El riesgo político deriva de la existencia de un gobierno ajeno que responde a necesidades sociales también ajenas a la empresa. Ya dijimos que el gobierno responde a las expectativas sociales proporcionando seguridad a la sociedad a la que sirve. Esa seguridad puede requerir que el gobierno interfiera con las actividades de una empresa, interferencia que puede llegar al adueñarse de los activos de la empresa. Las grandes expropiaciones realizadas por las revoluciones del siglo XX son un ejemplo de esto, pero otros eventos expropiatorios, aunque menos notables son de cualquier manera preocupantes. El país que se precia de la mayor libertad empresarial, Estados Unidos, cuenta con leyes que permiten que su gobierno se adueñe de los recursos de empresas e inversionistas extranjeros de acuerdo a criterios generales como son la seguridad nacional, activos del enemigo en caso de guerra y simplemente protección de partes en conflicto. A través de su historia Estados Unidos expropió los depósitos de los alemanes durante la segunda guerra, primero con el pretexto de la neutralidad del país respecto a un conflicto europeo y luego por tratarse de activos de un enemigo de los Estados Unidos; durante los años ’60 expropió los haberes de compañías y ciudadanos cubanos residentes en la isla para resarcir a sus ciudadanos de las expropiaciones que la revolución cubana había decretado en contra de compañías estadounidenses; más recientemente y a raíz de las guerras en Oriente Medio ha expropiado recursos iraquíes, iraníes y palestinos tanto para resarcir sus propios gastos como en aras de conservar la paz en el área negando a los combatientes los recursos financieros que necesitan para continuar su lucha.

Si esto ocurre en el país mas pro-empresa del mundo el riesgo simplemente aumenta cuando nos trasladamos a países con gobiernos mas centralizados y acaparadores que recurren a estas medidas en agravio de extranjeros bajo el razonamiento de que mientras puedan presentar sus acciones como benéficas para su pueblo el sentimiento extranjero es menos importante.

El riesgo político es tan importante que las empresas deben evaluarlo en forma realista. Sin importar las promesas y garantías que un gobierno pueda dar a una empresa no hay que olvidar que el gobierno responde, finalmente, no a la empresa sino a su sociedad. Los negocios internacionales requieren, por lo tanto, un cuidadoso análisis de las tendencias y actitudes sociales respecto a los negocios y sobre todo respecto a los extranjeros. po de gastos. Una coinversión con una compañía local en el papel de socio secundario puede ser también una buena estrategia para prevenir posibles problemas con el gobierno local. También es conveniente hacer que la compañía local dependa de la compañía matriz en asuntos como tecnología, mercados y otros servicios que hacen que la compañía local, por si mismo, no sea sustentable. Esto reduce el riesgo de expropiación al convertirla en inútil ya que la compañía local no puede operar por sí misma sin el apoyo de la casa matriz. Esta ha sido la estrategia seguida por las grandes transnacionales como Kodak o IBM cuando establecen sus plantas en piases distintos de Estados Unidos.

El otro tipo de riesgo incurrido es el riesgo económico. El riesgo económico asume varios aspectos, pero se puede decir que es primordialmente un riesgo cambiario. Tanto los activos de la empresa como sus ingresos y utilidades se valúan en moneda de otro país. Cuando ese país, por razones económicas fundamentales o circunstanciales, cambia la paridad de su moneda con respecto a la moneda del país sede, los activos extranjeros de la empresa así como sus ingresos y utilidades cambian con ella. Cuando el cambio es a favor, una revaluación, la empresa resulta beneficiada por el cambio, pero cuando es una devaluación la empresa encuentra con que sus inversiones e ingresos ahora valen menso de lo que valían y ese menor valor equivale obtener una pérdida en el ejercicio en que el cambio ocurre. Este cambio puede impactar negativamente los resultados de la empresa en su totalidad con los consiguientes problemas para ella en los mercados, ante sus acreedores, proveedores y clientes.

Existen formas de prevenir el riesgo cambiario y protegerse contra él. Los mercados internacionales de divisas proveen los llamados contratos de futuros en donde un participante del mercado puede vender, en forma anticipada, la moneda de un país a cambio de la de otro asegurando así un tipo de cambio que da certeza a sus cálculos financieros. La empresa con exposición en moneda extranjera puede vender el equivalente a las utilidades que espera recibir en esa moneda extranjera en el mercado de futuros, asegurando así un tipo de cambio favorable que le permita garantizar la obtención de un rendimiento adecuado sobre la inversión. Obviamente esta protección cuesta y ese costo debe considerarse como parte del costo de hacer negocios en el extranjero pero hay que decir que algunos sistemas impositivos no lo ven así y no lo consideran como un gasto legítimo para las empresas.

El problema en que se incurre al valuar los activos que la empresa tiene en otros países distintos del país de residencia solo es crítico cuando se desea vender dichos activos y repatriar su costo. Si la empresa está establecida en el extranjero y el valor de sus activos declina debido a una devaluación esta pérdida en el papel no es significativa y no tiene por que impactar a la empresa matriz. Sin embargo, cuando la empresa matriz ha captado financiamientos basados en el valor de sus inversiones en el extranjero la baja de valor de esas inversiones impacta negativamente en su capacidad de crédito y puede, en un momento dado, hacer que los acreedores presionen para obtener garantías adicionales para los créditos vigentes con el fin de mantener sus márgenes de seguridad. Esto representa un problema para el administrador financiero ya que le obliga a comprometer activos adicionales en la misma operación de crédito lo que significa que no puede obtener financiamientos adicionales en caso de necesitarlos.

Otro problema de tipo económico y legal que se presenta a las empresas que operan en diferentes países del mundo es el de los cambios en las leyes impositivas y en el tratamiento de las depreciaciones de los activos. Aunque la profesión contable ha tendido a estandarizar los criterios de contabilización de operaciones a través del mundo, aún quedan aspectos no estandarizados que pueden impactar negativamente la situación financiera de las empresas. Los montos autorizados para la depreciación anual de los activos varían de acuerdo a costumbres locales. Los gobiernos, por su naturaleza, prefieren que la menor cantidad posible de los ingresos debe dedicarse a gasto con el fin de maximizar las utilidades y por ello la recaudación impositiva. Con este fin dictan reglas referentes a lo que son los activos depreciables y el monto anual de depreciación permitido.

Por otra parte las empresas tratan de recuperar, lo más rápidamente posible, el monto de sus inversiones con el fin de hacer frente a la obsolescencia tecnológica que un factor cada vez más importante en la competitividad industrial. La necesidad de cambiar frecuentemente los equipos porque se vuelven obsoletos al surgir equipos más nuevos y con mejores características hace que cada vez mas frecuentemente la inversión en planta y equipo deba ser tratada no como un activo fijo sino como un gasto de operación. Eso hace conveniente depreciar contra los ingresos de un ejercicio el total, o la mayor cantidad posible, de una inversión en maquinaria y equipo de tal manera que la empresa esté en condiciones de cambiar dichos equipos cuando sea necesario sin tener grandes montos de activos no depreciados en sus libros. De esa manera la depreciación cada vez es mas en función de la producción que del tiempo de uso.

Esto no es, por supuesto, del agrado de los gobiernos que ven como las utilidades desaparecen ocultas bajo los montos de depreciación acelerada. Por ello el gobierno solo acepta la depreciación en línea recta y a la mayor cantidad de ejercicios posible. Esto trae un conflicto entre las necesidades de la empresa y los deseos de los gobiernos, que muchas veces no se resuelve sino recurriendo a maniobras legales que pueden, en un momento dado, ser consideradas fraude fiscal por algún gobierno. El uso de los paraísos fiscales es un caso evidente.

Las leyes laborales son otro aspecto qque el administrador debe tomar en consideración al internacionalizar sus operaciones. El monto de los pagos mínimos admitidos para el trabajo, el manejo de los períodos de trabajo y las prestaciones a que es acreedor un empleado son factores que impactan las necesidades financieras de la empresa. Actualmente se culpa a los paises latinos como México , de contar con leyes laborales extremadamente generosas y que hacen dificil la flexibilización de la contratación y despido de la mano de obra. A favor de nuestras leyes hay que señalar que estas derivan de la experiencia habida en nuestros paises a partir de la conquista por parte de los españoles, cuando con frecuencia el trabajador se encontraba desprotegido. Otro punto a favor de estas leyes es que dán seguridad al trabajador y le permiten concentrarse en lo que es el trabajo sin preocuparse por lo que el futuro le pueda deparar si la empresa cierra sus puertas. Se podría argumentar también que las prestaciones a los trabajadores benefician a la empresa disminuyendo sus pérdidas por robo y por alta rotación de empleados; estos tratarán, hasta donde sea posible, de conservar sus empleos y crear los derechos que les permite la ley en lugar de cambiar continuamente de empleo o de tratar de protegerse mediante el robo y venta de propiedades de la empresa.

El punto negativo de nuestras leyes laborales es que, efectivamente, hacen más cara la disminución de mano de obra para enfrentar bajas en los volumenes de operación de la empresa. Que tan mas cara sea la mano de obra es discutible, como también los es el atribuir a estas diferencias en costo de mano de obra la competitividad o incompetitividad de las empresas establecidas en un país. El componenete mano de obra es solom uno de los costos involucrados en la operación de una empresa por lo que no puede decirse que solo el costo de dicha mano de obra es responsable por la falta de competitividad de las empresas.

El administrador de la empresa tiene, entonces, que evaluar cuidadosa y realisticamente todos los factores antes de decidirse a tomar el camino de la internacionalización, pero creemos que, una vez tomado, debe seguir por él a pesar de las fluctuaciones a corto plazo.

Por otra parte la internacionalización de los negocios no tiene tan solo aspectos negativos. La empresa establecida en el extranjero esta expuesta también a recibir muchos beneficios que la hacen un competidor más poderosos en mercados locales. La empresa con instalaciones en el extranjero puede obtener también ventajas económicas de su situación.

Una ventaja deriva de las diferencias entre las economías del mundo. Analizando los países del mundo encontramos que hay países con abundancia de algunos recursos y carencia de otros. grosso modo podría decir que hay piases con superabundancia de dinero pero falta de mano de obra o materia prima, países en los que abunda la mano de obra pero falta capital para darle empleo y países en los que las materias primas son abundantes pero carecen de dinero y trabajadores para explotarlas. La empresa multinacional puede aprovechar las ventajas de cada nación y utilizarlas para fortalecerse.

La segunda mitad del siglo XX vio el nacimiento y crecimiento de la empresa multinacional. Esta empresa es aquella que, establecida en un país, desarrolla sus actividades empresariales en países diferentes a aquel en que se estableció por primera vez. El primer teatro de acción de la empresa multinacional fue la Europa de la post-guerra, un continente necesitado de inversiones después de casi 10 años de lucha, pero que contaba con un activo inapreciable: su mano de obra especializada. Las compañías norteamericanas impulsadas por los planes de ayuda gubernamentales se dedicaron a comprar los activos de antiguas compañías europeas y a usar su maneo de obra inyectándoles recursos financieros que estas urgentemente necesitaban. Esta estrategia dio lugar a un crecimiento enorme en el monto del comercio internacional y estableció a Estados Unidos como el mercado por excelencia para toda la manufactura del mundo, y al dólar como la moneda internacional.

Los tiempos cambiaron y las oportunidades en Europa fueron desapareciendo lentamente. Los Estados Unidos enfrentaron problemas económicos derivados de su papel como guardianes del mundo, sus gastos en la guerra de Viet-Nam y en general un declive en la actividad económica el país. Al mismo tiempo los países europeos y asiáticos que al terminar la guerra se encontraban en ruinas, se habían recuperado y ahora competían por el mercado americano. Con el fin de penetrar más directamente a ese mercado, ahorrar costos de manufactura y distribución y evitar las barreras que Estados Unidos estaba levantando contra el comercio exterior, las compañías europeas y asiáticas revirtieron la tendencia y empezaron a invertir sus excedentes en la compra de empresas norteamericanas que les dieran entrada a esa economía como productores locales.

La época de los años 1970’s y 1980’s fue la del crecimiento de los países en vías de desarrollo ricos en materias primas y mano de obra barata que se beneficiaron de las inversiones de las empresas establecidas en países más desarrollados económicamente. El fenómeno de la manufactura en países de bajo desarrollo, fenómeno denominado en México “maquila”, trajo nuevos ímpetus al comercio internacional.

Actualmente las ventajas se aprecian desde el punto de vista de mercados para los productos de la empresa, y en ese sentido los principales eventos que abren oportunidades a las empresas son: los tratados de libre comercio y las uniones económicas, que abren paso al libre flujo de bienes y servicios entre naciones; y la apertura de China, que es apreciada como el mercado con mayor potencial en el mundo. Los tratados de libre comercio firmados por Estados Unidos con Canadá y México, y los que actualmente negocía con otros paises de América Latina, tienen como finalidad convertir al continente americano en un solo bloque económico en lo interno, mientras que presenta un frente común hacia el exterior. La motivación para esto surge de la creación de la Unión Européa, posiblemente el acontecimiento económico y comercial más importante de la segunda mitad del siglo XX. La Unión Europea ha creado un super.mercado comercial y financiera capáz de hacer frente al potencial económico de Estados Unidos. Por lo pronto ya creo la segunda divisa fuerte del sistema económico mundial, el Euro, el cual se está convirtiendo rapidamente en una opción para el comercio entre naciones, preferido muchas veces por paises que de una u otra manera desconfían del dólar. Asimismo el mercado financiero representado por las bolsas de valores europeas y los eurobancos, se ha reafirmado como la máquina financiera más importante en el mundo. El mercado europeo deriva fondos para fomentar el comercio internacional en montos muy superiores a los que ofrece la banca norteamericana, más preocupada en financiar a sus propias empresas. La inclusión de los paises de Europa del Este dentro de la Unión Europea abre a esta el acceso a mano de obra económica y a recursos naturales, en forma similar al acceso que Estados Unidos disfrutaba tradicionalmente con los paises americanos. En resumen, Europa es ahora un balance a la hegemonía económica norteamericana.

La apertura de China al comercio mundial ha presentado a las empresas con un mercado de 1500 millones de personas que carecen practicamente de todo; por ello las empresas del mundo están buscando la forma de colocarse para aprovechar la demanda potencial que representan estos 1500 millones de consumidores. Pero también hay que decir que China ofrece al mundo el mismo desafío que presentó Japon en los años 1950 a 1970: desea desarrollarse por medio del comercio exterior haciendo uso de su abundante mano de obra. De esta manera China ha venido absorbiendo cada véz más inversiones en nuevas instalaciones de manufactura desarrolladas por las grandes empresas multinacionales, inversiones que han dejado de fluir a paises en desarrollo como México. El perjuicio que resiente México deriva de su dependencia en la maquila, la cual se está mudando cada véz más a aquel país asiático. Para competir México y los restantes paises altinoamericanos deben tomar uno de dos cursos: o reducen sus costos de mano de obra y compiten directamente con la mano de obra China, o desarollan sus mercados internos y sus empresas para producir bienes de mayor valor agregado capaces de substituir a las importaciones provenientes del Oriente. Dado que los flujos de capital se han desviado hacia China, este curso de acción es dificil ya que dependerá de un ahorro interno sumamente deprimido por decadas de bajos ingresos de la generalidad de la población. El primer curso de acción, competir directamente en costo de mano de obra, es también dificil simplemente por los volúmenes involucrados: 1500 millones de chinos, la mayoría de los cuales llevan una vida de subsistencia en el campo, contra 100 millones de mexicanos, o quizá 800 millones de latinamericanos, la mayorá de los cuales es ya ciudadano urbano acostumbrado a niveles de ingreso y bienestar muy superiores.

Dado este panorama, la empresa transnacional puede obtener ventajas financieras y operativas importantes si decide enfrentar los riesgos que le presenta la nueva composición económica mundial.

Dentro de las ventajas financieras que podemos comentar que benefician a la empresa transnacional se encuentran el acceso a financiamientos de bajo costo, el acceso a inversiones de alto rendimiento, la posibilidad de reducir el cargo fiscal, el acceso a mercados de mano de obra y materiales más económicos.

Una empresa transnacional puede tener acceso a financiamientos de bajo costo al establecerse en países con tasas de interés menores a las de su país original de residencia. Las discrepancias en las tasas de interés ocurren en los mercados internacionales con cierta frecuencia ya que la apreciación del riesgo es diferente en cada ambiente nacional; por otra parte es conveniente para las economías de países de bajo desarrollo atraer inversiones que generen fuentes de empleo locales. Con ese objeto los países ofrecen financiamiento a tasas bajas de interés a las empresas dispuestas a establecerse en su territorio. Las empresas transnacionales pueden aprovechar esas ofertas y obtener financiamiento a tasas mas bajas de las que obtendrían en su propio país.

Al mismo tiempo que reducen su costo financiero, las empresas transnacionales pueden abrirse acceso a fuentes de mano de obra y materia prima más económicas al establecerse en naciones distintas de la propia. Este es uno de los efectos de la apertura china. El acercarse a las fuentes de materia prima puede abaratar el costo del producto terminado aún si se toma en cuenta el costo del transporte hasta los mercados de dicho producto. Si aunamos al abaratamiento de la materia prima la posibilidad de tener acceso a mano de obra apropiada y de menor costo, resulta que la empresa transnacional puede producir el mismo producto a costos significativamente menores en el extranjero que en su patria. Estas circunstancias pueden hacer viable un proyecto de inversión que en el país de origen no resultaría favorable.

Una tercera ventaja para la empresa que se establece en el extranjero es la de los incentivos fiscales que algunas naciones, o regiones dentro de las naciones, ofrecen a las ovechar las ventajas de los llamados “paraísos fiscales”. Estos paraísos son países con baja carga impositiva para las empresas y/o para los individuos. Quien se establece en ellos reduce significativamente el monto de los impuestos que paga sobre utilidades. Muchas empresas de gran tamaño han hecho uso de estas ventajas estableciendo sus oficinas centrales en países como las Islas Cayman, Suiza o Montecarlo. Estas ventajas no están solo reservadas para la gran empresa sino que, en algunas naciones, una empresa mediana o pequeña puede también establecerse y hacer uso de este incentivo. El administrador debe considerar cuidadosamente el problema de la doble imposición que puede derivar de sus propias leyes fiscales y, por supuesto, el riesgo político inherente a la operación en el extranjero, pero no es una opción que deba desechar a priori por considerarse demasiado pequeño.

Finalmente no hay que olvidar que la moneda de muchas naciones se encuentra subvalorada, artificialmente, frente a las principales divisas comerciales del mundo. Deciamos que el riesgo cambiario es un factor negativo a considerar al realizar operaciones internacionales, pero el mismo riesgo cambiario nos presenta aquí una ventaja ya que reduce los costos financieros y de manufactura en el extranjero frente a los costos nacionales. Esta estrategia de mantener un tipo de cambio artificialmente bajo frente a divisas mundiales ha sido clave en el desarrollo de Japón como potencia exportadora, y está resultando clave para el desarrollo chino: claro, el riesgo cambiario es grande ya que en algún momento será necesario ajustar esa subvaluación, ese abaratamiento de la moneda nacional, pero mientras no se haga las ventajas financieras y comerciales son tan grandes que muchas empresas deciden asumir el riesgo como un riesgo normal de su negocio y explotarlo hasta donde les sea posible.

En general, entonces, podemos decir que la administración financiera internacional no es ya privilegio o campo exclusivo de las grandes empresas. Como lo sabe cualquier pequeño empresario mexicano el fenómeno chino le está afectando en forma directa; el mercado europeo está ahí para tratar de explotarlo contando con la ayuda de uno de sus miembros fundadores: España; el mercado latinoamericano puede y debe considerarse y explotarse para beneficio de las propias empresas latinoamericanas; y los fondos de financiamiento cada véz más dependen de los flujos internacionales de recursos y menos de los bancos locales. Los riesgos y beneficios son, pues, cosa de todos.

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