TEORIA MACROECONÓMÍCA

Teoría económica clásica y macroeconomía


Teoría económica clásica y macroeconomía.
La obra Wealth of Nations (Adam Smith), como tesis del pensamiento clásico, establece principios para el análisis del valor, de la división del trabajo, del lucro, del interés y de los rendimientos de la tierra y desarrolla teorías sobre la distribución, el crecimiento económico, la intervención del estado, la formación y el empleo del capital.
Los instrumentos de análisis del problema económico inventados por Smith, así como las conjeturas de su teoría económica fueron perfeccionadas a fines del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX por dos importantes seguidores de la tradición clásica, Malthus y David Ricardo.


La macroeconomía se refiere a los grandes agregados de la vida económica: la producción total, el desempleo y la inflación globales, la oferta monetaria y el déficit presupuestario, el comercio y las finanzas internacionales.


Los principales objetivos de un sistema macroeconómicos son:
a) Un elevado nivel y rápido crecimiento de la producción y el consumo. La producción suele medirse por el producto nacional bruto, que es el valor total de todos los bienes y servicios finales producidos en un determinado año. El PNB debe ser elevado en relación con el potencial, que es el máximo nivel de producción alcanzable o de elevado empleo.
b) Un elevado empleo con una abundante oferta de buenos empleos.
c) La estabilidad del nivel de precios (o una baja inflación), dejando que los precios y los salarios sean fijados en libres mercados.
d) Un fructífero comercio internacional de bienes, servicios y capital, en el que las exportaciones equilibren las importaciones y el país tenga un tipo de cambio estable frente a las monedas extranjeras.


Teoría económica y keynesiana
Teoría económica y teoría Keynesiana.
La fuente de la moderna macroeconomía es la "Teoría General de la Ocupación del Interés y el Dinero" de J.M. Keynes. Hasta la publicación de la Teoría General, los economistas poco habían investigado sobre los factores determinantes del nivel de equilibrio general. Hasta entonces se suponía que las grandes crisis económicas, causantes del desempleo en gran escala por largo tiempo, jamás ocurrirían si el sistema se gobernaba con libre juego de las fuerzas del mercado.
Con el surgimiento de la crisis de 1930, los ideales de los economistas clásicos fueron poco aplicables a la realidad económica de la época. Un nuevo cuerpo de teorías debía ser desarrollado: el desempleo era incontrolable, el libre juego de las fuerzas del mercado parecía incapaz de dirigir nuevamente las economías afectadas por la gran depresión, a una situación por lo menos próxima al pleno empleo de los factores disponibles, la automaticidad de los mecanismos de mercado se rompió y parecía irrecuperable el nivel a que la actividad de los países afectados por la crisis había llegado en los años de prosperidad.


Demostraré - escribió Keynes- que los postulados de la teoría clásica se aplican solamente a un caso especial y no al caso general, pues la situación que ella supone se encuentra en el límite de las posibles situaciones de equilibrio. Además las características de ese caso especial no son las de la sociedad económica en que realmente vivimos, en tal forma que las enseñanzas de esta teoría serían ilusorias y nefastas si tratáramos de aplicarlas a los hechos vividos.


A) Consumo.
El acto o proceso de obtener utilidad de una mercancía o servicio. En un sentido general sirve para indicar el proceso de adquisición de bienes y servicios, así como también la cantidad que se gasta de cada uno de ellos: puede hablarse del consumo de gasolina - como cantidad de gasolina gastada en un período dado- y del consumo de lavadoras, como proceso que incluye la selección y compra de estas máquinas y su uso a lo largo del tiempo.


En economía el consumo no implica necesariamente el agotamiento o destrucción física de la mercancía consumida: puede ocurrir esto con un helado, por ejemplo, pero no con un cuadro o un adorno, bienes que quedan intactos mientras producen satisfacción. El consumo tampoco tiene por qué ser un proceso tangible, pues corrientemente se consumen servicios de todo tipo: educacionales, artísticos, personales, etc.
Cuando la utilidad específica de un bien es la de producir otros bienes se habla entonces de bienes de capital o bienes de producción; en este caso el consumo es consumo de capital y el proceso de adquisición de esos bienes se llama inversión.


B) Ahorro.
El ahorro es la parte de la renta que no se consume, es decir, el ahorro es igual a la renta menos el consumo.
Una de las relaciones más importantes de toda la macroeconomía es la función de consumo, que muestra la relación entre el nivel de gasto de consumo y el nivel de renta personal disponible. Este concepto, introducido por Keynes, se basa en la hipótesis de que existe una relación empírica estable entre el consumo y la renta.
La función de ahorro muestra la relación entre el nivel de ahorro y la renta. Dado que lo que se ahorra es lo mismo que lo que no se consume, las curvas de ahorro y consumo son hermanas gemelas.


La propensión marginal a consumir (PMC) es la cantidad de consumo adicional generada por un dólar más de renta. Gráficamente, viene dada por la pendiente de la función de consumo.
La propensión marginal a ahorrar (PMA) es el ahorro adicional generado por un dólar más de renta. Gráficamente, es la pendiente de la curva de ahorro.


C) Inversión.
La inversión desempeña dos funciones en la macroeconomía. En primer lugar, como es un gran componente volátil del gasto, sus acusadas variaciones pueden afectar considerablemente a la demanda agregada, lo cual afecta a la producción y al empleo. La inversión genera, además, una acumulación de capital. Aumentando la cantidad de edificios y equipo, eleva la producción potencial del país y fomenta el crecimiento económico a largo plazo.
Así pues, la inversión desempeña un doble papel al afectar a la producción a corto plazo a través de su influencia en la demanda agregada y al afectar al crecimiento de la producción a largo plazo a través de la influencia de la formación de capital en la producción potencial y en la oferta agregada.


La inversión se divide en tres categorías: compras de estructuras residenciales, inversión empresarial en planta y equipo y aumento de las existencias. Alrededor de una cuarta parte del total es vivienda residencial, una veinteava suele ser variación de las existencias y el resto -que en los últimos años ha girado, en promedio, en torno al 70% de la inversión total -es inversión empresarial en planta y equipo.


¿Por qué invierten las empresas? En última instancia, las empresas compran bienes de capital cuando esperan obtener con ello un beneficio, es decir, unos ingresos mayores que los costos de la inversión. Esta sencilla afirmación contiene tres elementos esenciales para comprender la inversión: los ingresos generados por ella (en los que influye principalmente el estado del ciclo económico), su costo (determinado por los tipos de interés y por la política fiscal) y la situación de las expectativas sobre el futuro. Dado que los determinantes de la inversión dependen de hechos futuros muy impredecibles, la inversión es el componente más volátil del gasto agregado.


D) Empleo.
El siguiente gran objetivo de la política macroeconómica es conseguir un elevado empleo, que es la contrapartida de un bajo desempleo. La gente quiere encontrar fácilmente un trabajo bueno y bien remunerado. La tasa de desempleo es el porcentaje de la población activa que está desempleado. La población activa esta formada por todas las personas ocupadas y desempleadas que están buscando trabajo; no incluye a las que carecen de empleo y no están buscando ninguno.
La tasa de desempleo tiende a variar con el ciclo económico: cuando disminuye la producción, desciende la demanda de trabajo y aumenta la tasa de desempleo.


Objetivos y conceptos de contabilidad nacional
Conceptos y objetivos de contabilidad Nacional.
La contabilidad de ingresos nacionales proporciona una estructura cuantitativa para la reunión y el análisis de datos que describen las relaciones económicas más importantes de una economía. Las cuentas resumen erogaciones totales, productos e ingresos, además de dividir esas cantidades en sus partes componentes más importantes.


La cuenta de erogaciones muestra la división de los gastos de una nación entre consumos y ahorros, tanto por parte de empresas y ciudadanos privados, como de entidades públicas, incluyendo al gobierno mismo.


La cuenta de producto se basa en el valor agregado por cada uno de los sectores productivos de la economía. El crecimiento diferencial de esos sectores, con el tiempo, es un elemento clave en la mayor parte de las teorías sobre el proceso de desarrollo económico.
La cuenta de ingresos pone de manifiesto la distribución funcional de éstos, mostrando las cantidades obtenidas por cada uno de los factores de producción. Se incluyen también en las cuentas de ingresos, en la mayoría de los países, los pagos unilaterales de transferencia.
Al mismo tiempo las cuentas de ingresos nacionales miden sólo las transacciones económicas directas y pasan por alto, por definición y convención, muchos resultados no económicos importantes, además de las transacciones ilegales.


Sistema de cuentas nacionales
Sistema de cuentas nacionales.
Sistema de registros contables, a escala de un país, que sirve para calcular las magnitudes agregadas que son el objeto de estudio de la macroeconomía. Ellas sirven para proporcionar el marco de referencia de estudios más específicos, para realizar investigaciones históricas sobre el comportamiento de economías nacionales, para hacer análisis y comparaciones económicas internacionales y efectuar predicciones sobre la evolución de una economía en su conjunto. Las cuentas nacionales se basan sobre informaciones que proporcionan las empresas y los consumidores, que son luego compiladas y procesadas por organismos especializados; en la mayoría de los países tal tarea la realiza el correspondiente banco central o institutos adscritos al mismo.


Las cuentas nacionales muestran el ingreso y los gastos nacionales de forma tal que pueden comprenderse cómo se ha comportado la economía en un período dado. Existen tres formas básicas en que se pueden calcular estas magnitudes: la aproximación que parte del análisis de los ingresos, la que parte del gasto y la que se basa en la producción. Estos tres enfoques dan lugar a tres diferentes modos de describir los valores agregados de la nación, descripciones que, aunque diferentes, son congruentes entre sí pues se refieren básicamente al mismo objeto de estudio.Cuando se realiza el cálculo según el ingreso, la contabilidad social busca mostrar cuáles han sido los ingresos agregados de los diferentes actores del proceso económico, básicamente ingresos por sueldos y salarios, por un lado, e ingresos por beneficios, por el otro. Los valores que se consideran son aquellos que corresponden a los ingresos recibidos por los residentes en la nación, sean individuos o empresas, que derivan directamente de la producción corriente de bienes y servicios. Ello significa que se contabilizan sólo los ingresos que corresponden a los factores de producción y no los que se refieren a transferencias, ya sean éstas públicas o privadas. La suma de todos estos ingresos da lugar al ingreso nacional total el cual, una vez que se le deduce la variación de existencias, resulta en el producto territorial bruto o producto interno bruto a costo de factores. Si al mismo se le agregan los ingresos procedentes de las inversiones en el exterior se obtiene el producto nacional bruto a costo de factores.

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